La Simona te invita a descubrir paisajes llenos de campos de cereales, de olivos y de viñedos. A su alrededor se encuentran pueblos encantadores para visitar. Si alzamos la mirada podemos contemplar el soberbio armazón de la Sierra de San Vicente, salpicado por las manchitas blancas de algunas poblaciones. Destacan los frondosos rodales de encinas que son refugio de colonias de aves rapaces y pajarillos del bosque. A espaldas de la finca, una vez cruzado el arroyo de la Vega de la Simona, que le da nombre, transcurre una pista de arena (Ruta 14) muy cómoda para pasear o montar en bicicleta.